viernes, 22 de febrero de 2008

XI

A ti, sirena varada de los mares
Compinche de mis sábados de parranda
Artífice de mis torpes malabares
Soy un niño que no camina sin baranda

Soy un creyente que en silencio alaba
A quien no cree en su creación divina
Una Diosa, una sirena, la reina de Saba
Un bello tatuaje impregnado en mi retina

Robarte un beso, así sea un segundo
Ganándome un bofetón por mi labor
Dejo todo, así me convierta en vagabundo

Porque mañana seré pobre al amanecer
Pero después de haber probado de tus labios su sabor
Hombre más rico que yo, jamás llegaré a conocer

No hay comentarios: